Espero que no haya que discutir a estas alturas que los altos ejecutivos son los que han provocado la crisis de la mano de todos los ideólogos de la fantasía de "el mercado", la mano invisible que asigna los recursos del mejor modo posible.
El "mercado" es su discurso. Veamos ahora su realidad.
Y la realidad no es otra que la consecuencia de la aplicación de la teoría que han aplicado con todo rigor: el "trabajo como mercancía".
Me recuerda el problema de las putas.
Cuando hablamos de las putas solemos pensar en "la calle" a lo más en el "club" de carretera. Poco o nada en esas "de lujo" auténticas profesionales de la belleza y el encanto.... con "glamour" cuyo éxito se mide "sobre todo" cuando cazan un "mirlo blanco" y logran llevarle al altar para despellejarle luego.
De la misma forma cuando pensamos en el trabajo como mercancía solemos pensar en los trabajadores que tienen que vender a la baja su mercancía por la dura competencia de la mano de obra barata...
Por fin se ha puesto sobre el tapete que lo que estaba ocurriendo con esta gente de los altos ejecutivos era un disparate. ¿En qué ha consistido su trabajo? ¿qué valor específico era el suyo?
Desde luego su preparación, su capacidad de comerle el coco al personal, con sus "masters" de altos costes, y sus presentaciones de "ideas geniales".
El resultado se mide en valer ante todo para "saber comer el coco" a las grandes empresas..., igual que las putas de alto standing con sus arreglos y estéticas de altos costes y el manejo del "arte de la persuasión". ¡Y en eso consiste su éxito de ambos! en ligarse a los "grandes".
Hasta tal punto llegan a ser "objetos de deseo" que todavía el presidente de la AIG justifica el tener que pagarlos, "porque si no no podrían a aspirar a tener los mejores"... es decir igual que los viejos verdes esos que no tratan solo de echar el polvo sino poder presumir de haberse llevado a "la mejor".
Pasa luego con eso que ellas/os.... ¡tienen derecho a llevárselo calentito! ¡encima la ley está de su parte!
¿Nos habremos dado cuenta de una vez por todas de las tonterías que hacemos cuando lo que nos guía es "llevarnos al mejor", "imitar al mejor", "ser como el mejor"?
¡¡¡CUESTIÓN DE PROPAGANDA!!!
¿Alguien se acuerda de aquel vasco, o con apellido vasco, o de aquel "Conde", que era un "gestor" tan apetecido que en muy pocos años se pasearon por todas las grandes empresas, para dejarlas luego.... cuando menos llenas de pleitos... pero ellos con las manos llenas?
¿Eran la excepción que confirma la regla o, por el contrario, la regla que se confirma con la excepción?
ESTA ES LA CUESTIÓN QUE TIENEN QUE RESOLVER LOS QUE NOS GOBIERNAN.
martes, 24 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)